La persona que no esté inmersa o no tenga referencias sobre el mundo de la discapacidad podrá pensar que hoy día la mayoría de los cines, sobre todo las nuevas salas, están adaptados porque tienen una entrada plana o con rampas. También pensará que, por ejemplo, desde el año 2002 en que la revista Consumer-Eroski publicaba un estudio realizado en doce ciudades españolas sobre la adaptación para usuarios de silla de ruedas e invidentes, en cines, museos y piscinas, y que concluía con unos resultados negativos (1). Pensará, decía, que a día de hoy se ha avanzado mucho y se han ido paliando las deficiencias.
Ciertamente, se han hecho actuaciones plausibles, como es el equipamiento permanente de los cines Roxy B (Madrid) en materia de accesibilidad audiovisual, consistente en la incorporación de bucles magnéticos, subtitulado adaptado y autodescripción.
Pues bien, seguimos estando marginados en nuestro ocio, en el caso de los cines, desde el momento que no posea de plazas reservadas de aparcamiento , o una rampa de entrada no cumpla con la inclinación adecuada, o los servicios no estén bien adaptados. Y en cuanto a las salas, que no existan plazas reservadas para las sillas de ruedas o que existan en la primera fila donde se ve la pantalla en un ángulo de 45º o menos. Y sólo refiriéndome a la discapacidad en cuanto a movilidad reducida.
Para los restaurantes existen los tenedores; para los hoteles, las estrellas; para las playas, las banderas azules… Y existen, también, revisiones e inspecciones que actualizan dichos distintivos. ¿No sería conveniente que existiese algún distintivo que incentivara a los cines y lugares de ocio en cuanto a accesibilidad?, por no hablar de un endurecimiento legal a dichos locales. Porque al precio que están las entradas de cine, todas las barreras que hay que salvar y la facilidad que nos brinda Internet para la descarga de películas, no es de extrañar que en sólo cuatro años, de 2004 al 2008, las salas españolas han perdido más de 36 millones de espectadores. (2)
Quizás no hablo desde el conocimiento legal, pero sí desde el conocimiento que otorga la experiencia y las vivencias en este sentido. Ustedes tienen la palabra.
Fuente:
Notas:
(1) En lo que se refiere a quienes se desplazan en silla de ruedas, este informe (que se publicará en CONSUMER de este mes de diciembre), demuestra que el 72% de los cines visitados en toda España no están bien adaptados, y que otro tanto ocurre con el 55% de los museos y el 58% de las piscinas municipales. (Cines, museos y piscinas marginan a los discapacitados. Revista digital Consumer Eroski).
(2) El lujo de ir al cine. Revista digital Consumer Eroski.
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